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(Portal de arte y cultura)

 

 La eterna nostalgia de Maricel Mayor Marsán

 

por

 

Elena Méndez

Madrid, España
Sección Palabras / Depósito legal: MA-739-2004
23 de Enero de 2009

 

     1- "Podrá no haber poesía, pero siempre habrá poetas*", sostiene el intelectual mexicano Jaime Labastida. ¿Estaría usted de acuerdo con semejante afirmación?

 

     Estoy de acuerdo con esta afirmación del poeta Jaime Labastida porque el amor por la expresión poética es algo que florece en todas partes por igual, pese a la desatención que sufre el mencionado género literario por parte de las grandes empresas editoriales en general.

 

     Muchos ejecutivos de empresas editoriales sostienen que la poesía no vende y, sin embargo, hay muchas personas que leen poesía, que escriben poesía y que viven para la poesía. Cada vez surgen más poetas y en todos los idiomas. La red cibernética es testigo de lo que digo y, a su vez, es también el gran aliado de los poetas contemporáneos.

 

     Desafortunadamente, cuando se publica un libro de poesía no se le da la misma promoción que se le da a una novela o a otro libro escrito en prosa. Quizás ese es el detalle que no se tiene en  consideración.  Pienso  que  aunque  exista  un  esfuerzo concertado para no categorizar a la poesía en su lugar, para ignorarla, para no promocionarla debidamente y hasta para denostarla por el bajo rendimiento económico que ofrece la venta de los libros de poesía, en comparación con la venta de novelas u otros libros escritos en prosa, la poesía seguirá instalada en el corazón de cada poeta. Por tanto, aunque se acabaran los libros de poesía, el papel, la tinta y las buenas intenciones de todos los editores del mundo, siempre habrá poetas que con su única existencia la mantengan viva. 

1.           

           

2- ¿Cómo surge el portal Baquiana y qué lo distingue de otras páginas literarias?

 

     La Revista Literaria Baquiana (www.baquiana.com) surgió en el verano de 1999 para crear un foro de promoción de la literatura en español que se escribe en los Estados Unidos.

 

     El equipo de trabajo de la revista y los colaboradores de la misma proceden de diversos países del ámbito hispanoamericano, reflejando la variedad de naciones que conforman el grupo hispano o latino en este país. En la mayoría de los casos, los colaboradores son escritores que residen en los Estados Unidos, pero también incluimos a escritores que residen en otros países para facilitar el intercambio y el conocimiento mutuo. Quizás esa sea la característica que nos distingue. Muchas revistas y páginas literarias se especializan exclusivamente en difundir la obra de nacionales de ciertos países o determinadas promociones de autores. Nuestro perfil, por el contrario, tiene un carácter más amplio e incluyente.

 

     La publicación digital sale de manera cuatrimestral y tiene un promedio mensual de un millón y medio de visitantes en la actualidad. También tenemos una versión impresa o anuario, donde se recoge todo lo publicado previamente en la Red. Este año publicaremos el décimo anuario de la colección.

 

 

3- En Desde una plataforma en Church Street (incluído, a su vez, en Desde una plataforma en Manhattan) usted confiesa haber presentido el derrumbe de las Torres Gemelas, acontecimiento que originó luego la escritura de dicha obra. ¿Podría comentarnos más al respecto?

 

     Todo lo que relato en el prólogo de ese libro es real. En diciembre del año 2000, nueve meses exactos antes del atentado terrorista a las Torres Gemelas, viajé a Nueva York para participar como invitada en un evento literario en el Boricua College – Recinto de Brooklyn. Pasé una semana maravillosa, fría y soleada a la vez, donde las famosas torres se destacaban por doquier. No obstante, un extraño presentimiento me embargaba en cada ocasión que las observaba, tanto de cerca como de lejos. Es posible que me sintiera así porque las torres habían sido víctimas de un atentado previo que me sugestionaba de manera negativa. Desafortunadamente, los hechos confirmaron mis temores un tiempo más tarde.

 

     La tragedia me impactó profundamente. Por eso, cuando viajé nuevamente a Nueva York, con motivo del II Simposio Internacional/Presencia Hispánica en los Estados Unidos, en la Universidad de Columbia, en mayo del año 2002, ocho meses y medio después del suceso, no quise dejar de ir a verificar por mí misma lo que había pasado. En cuanto terminé mi participación en la conferencia, decidí encaminar mis pasos al área del desastre. Luego de un recorrido por la Zona Cero y la calle Church Street, adyacente al lugar, comencé a escribir el libro que mencionas.

 

 

4- ¿Cuáles han sido las repercusiones de poseer un 'corazón dividido' dentro de su creación literaria?

 

      Es algo un tanto difícil. Nunca eres enteramente de un lado ni del otro. La vida se convierte en un desafío constante.

 

     Muchos escritores cubanoamericanos de mi generación que, al igual que yo, han vivido en este país desde niños o desde muy jóvenes, optaron por escribir en inglés solamente y simplificaron sus vidas. Tienen un público que los lee en inglés y han logrado un éxito bastante respetable, como Achy Obejas, Carolina García Aguilera o Ricardo Pau Llosa.

 

     En lo personal, utilizo el inglés a menudo, especialmente cuando escribo algún ensayo o algo relacionado con mi profesión, pero prefiero escribir en español por lo general. Me gusta traducir lo que escribo en español al inglés y viceversa. Curiosamente, la prestigiosa editorial Holt, Rinehart & Winston ha incluido mi poesía en ocho libros de texto para la enseñanza del español en las escuelas de enseñanza media de la nación norteamericana. Nunca me imaginé que los jóvenes estadounidenses se convertirían en mis lectores más asiduos.  

 

 

5- ¿Qué características tendría en común su obra con la de otros escritores cubanos radicados en el extranjero? (pienso en Odette Alonso y Teresa Dovalpage, por citar algunos ejemplos)

 

     Muy pocas. La mayoría de los escritores cubanos radicados en el extranjero, hablo de mi generación y de la siguiente, se han formado dentro de Cuba, han estudiado, han trabajado, han publicado, han sido leídos y, en ciertos casos, hasta premiados en la Isla antes de salir. Tienen experiencias que yo no poseo. Mis experiencias son otras, la de los cubanoamericanos, la de los que salimos de Cuba a temprana edad y la de los que vivimos y nos educamos en el extranjero.

 

     Las dos escritoras cubanas que mencionas, Odette Alonso y Teresa Dovalpage, reflejan a través de su obra un quehacer de la vida dentro de Cuba que yo no conozco a cabalidad. Aunque me interesa muchísimo el tema cubano, suelo desarrollar temas más relacionados a mis vivencias en este país y, en algunos casos, me gusta escribir sobre temas de carácter universal.

 

 

6- ¿Por qué esa fijación con las guerras y las despedidas (nos referimos a la manifiesta en sus libros Errores y horrores y En el tiempo de los adioses, respectivamente)?

 

     Detesto las guerras. Si analizas el pasado siglo XX, te podrás dar cuenta de que no es fijación lo que tengo con las guerras, es simplemente la síntesis de nuestra historia reciente. El hombre no aprende de sus errores y me molesta que se gaste tanto dinero en destruir lo construido, en vez de dedicar todos esos fondos para aliviar la pobreza en el mundo o para descubrir la cura de enfermedades tan devastadoras como el sida o el cáncer.

 

     Detesto las despedidas. La vida es una eterna despedida y así la veo yo que desde muy temprano me he tenido que despedir de todo y de todos; de mi país, de mi ciudad, de mi casa, de mi familia y de mis amigos. La muerte es una especie de despedida final y los seres humanos vivimos despidiéndonos constantemente de todo lo que queremos, como si estuviéramos ensayando a morirnos a cada instante, y solamente nos damos cuenta cuando es inevitable.   

 

 

*Parodiando los célebres versos de Gustavo Adolfo Bécquer: 'Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía' ("Rima IV)".

(Por cierto, Labastida es poeta). 

 

 

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