MARICEL MAYOR MARSÁN:

 POETA DE "UN CORAZÓN DIVIDIDO"

 

por

 

José Antonio Albertini

Crítico Literario

(Pensamiento - Publicación Literaria e Histórica)

 

   

 

Soñé que ya era la tierra,

que era un metro de tierra

oscura a la orilla de un camino.

 

Gabriela Mistral, La enemiga

      

     "UN CORAZÓN DIVIDIDO" es el último poemario, en edición bilingüe, escrito por la cubana Maricel Mayor Marsán. Maricel, creadora de verso tenaz y conceptos profundos, ha estructurado a lo largo de su labor intelectual una obra donde el amor, la reflexión y la filosofía brotan y se mezclan, gracias a la armonía de ideas y lenguaje que sólo se logra cuando el escritor es genuino. El verso de Maricel carece de afeites retóricos; es directo y posee la claridad y la osadía de aquellos que acometen la tarea de la vida con pasión de constructor crítico.

 

     Su canto, paradójicamente cálido, surge de la soledad de sueños y anhelos sinceros; de la frialdad de los que tenían la obligación de comprender y fueron sordos al murmullo vital de los más jóvenes.

 

     En la métrica de Maricel Mayor cimbra el desarraigo de la tierra madre y el dolor de la raíz descarnada. Ella piensa y labra en su conciencia de mujer isleña y caribeña los momentos difíciles.

 

     "Años adolescentes y una bolsa de miedo / Un pasaje a alguna parte / en la tierra de inmigrantes / Fuerte y vivo / mi corazón sintió una escala completa de emociones / desde la prudencia hasta la tristeza". Nos dice en "UN EVENTO DESESTABILIZADOR", poema de reclamo mudo que concibo como una lágrima inextinguible o el principio del corazón que latió tan fuerte que llegó a ser dos, para diseminar la sensación de una entraña creativa que a dentelladas defiende el valioso y sólido equipaje de sus recuerdos.

 

     "Descubrí la importancia de un golpe de brisa / en cualquier tarde de llantos o risas". En "LA PALMA REDESCUBIERTA" atrapa la memoria arrebatada para saciar la necesidad de lo que por derecho propio le pertenece. "...entonces redescubrí la palma de mi viejo jardín"; termina con sosiego triste y certeza de abandono.

 

     Por supuesto, lo constante de las remembranzas, hasta las futuras, no es nada nuevo en la obra de Maricel Mayor. "LÁGRIMAS DE PAPEL, 17 POEMAS Y UN SALUDO y ROSTRO CERCANO" volúmenes anteriores, patentizan el alcance visual de su memoria. Memoria poética y nocturnal que anima el verso con pupila de alma y voz que nos dice quedo, muy quedo: "Algunas veces / solamente algunas veces me pregunto / por qué no tengo más tiempo para mis miedos".

 

     Sin embargo, recorrer caminos ajenos con sandalias propias que conservan vestigios de polvo infantil vigorizan su pluma con irreductible sentido de justicia. Por eso en "EL REGRESO DE HEMINGWAY" la tragedia del éxodo traumático de amplios sectores del pueblo de Cuba la angustian y la llevan a la denuncia descarnada: "Rumores de ansiedad y desesperación / gigantescos tiburones blancos atacando a los balseros / pedazos desmembrados de cuerpos masticados / devueltos a las orillas cubanas".

 

     Tal vez jirones de su hálito interior; el que únicamente asoma en su creación literaria, acompañan a todas y cada una de las víctimas. A todos los "pedazos desmembrados".

 

     Y es en "UN CORAZÓN DIVIDIDO", composición que otorga título al poemario, donde Maricel Mayor Marsán descubre el caudal atormentado, profundo  y bello que hormiguea bajo su piel de poeta. "UN CORAZÓN DIVIDIDO" se impone y perturba al lector con el empuje de la sinceridad que no busca ni necesita adeptos ni lectores de moda. Ella habla; simplemente desgrana palabras desde el rincón más enrevesado de su ser. Allí, ese lugar de su geografía corpórea donde la contaminación, término de actualidad, no existe y, por supuesto, jamás podrá anidar.

 

     "Es ser una y otra a la vez / Es ser una queriendo ser la otra / y la otra deseando ser la primera / Es saber muy poco  acerca / de aquellas cosas que crees"; la poeta confiesa sin ambages retóricos que contribuyen a que "UN CORAZÓN DIVIDIDO" alcance apreciables éxitos literarios y humanos.

 

     Gracias a Maricel Mayor Marsán por compartir con nosotros, los lectores, sus experiencias, miedos , logros y amores. También, por su mirada de desarraigado atardecer de verano que pervive en una retina de adolescencia fresca. Y, asimismo, por el "ROSTRO CERCANO" que entreabre los labios y recita los versos postreros de un "UN CORAZÓN DIVIDIDO": Es mi corazón dividido / secando los finales del tiempo / como el agua de esas corrientes / sobre el Estrecho de la Florida".

 

 

Esta reseña también fue publicada en:

 

ENFOQUE METROPOLITANO

Sección de Literatura, Página 3.

Versión impresa.

Metropolitan News, Inc.

Miami, Florida, EE.UU.

(22 de Marzo de 1999)

 


 

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