FALSO POSITIVO: UN ACTO CON EFECTO Y VIGOR

DE LA AUTORA MARICEL MAYOR MARSÁN

 

por

 

Jorge Antonio Pérez

(Reportaje especial/ El Blog de Letra Urbana)

     

    

     La puesta en escena de la obra Falso Positivo de teatro breve, de la autora Maricel Mayor Marsán, que se presentó de viernes a domingos desde el 8 de junio al 8 de julio del año en curso, en el Centro Cultural Español de Miami, con la participación de los destacados actores Myriam Amanda, Jesika Marcano y Hansel y la dirección de Luis Celeiro, muestra la realidad de nuestra praxis cotidiana y extiende su mensaje más allá de la inmediatez del radio de acción que abarca el drama.

                                             

     Sus tres personajes, identificados por adjetivos que resumen críticamente la esencia de su caracterización unilateral, se mueven de un nivel a otro junto al “audaz” decreto que pretende regular la brevedad del tiempo y, en la medida en que suben o bajan sus actuaciones, mientras la resolución se modifica, van transformándose ellos mismos dentro de su propio esquema.

 

     Maricel Mayor sigue prefiriendo los temas cercanos a nuestros “aquí” y “ahora” –y ese es un mérito–, porque el tratamiento que elige supera su propia obra, ahora más inquieta, imaginativa y cercana a los tiempos que corren. La pieza potencia un juego teatral para agilizar su estructura.

 

     La sala del escenario le queda chiquita a un problema que sólo el público podrá resolver, no únicamente por el final abierto, sino porque durante todo el tiempo que dura la obra, el conflicto lo está interpelando, obligándolo a reconocer y a “hacer catarsis” con ésta o aquella manifestación del problema, a nivel individual y colectivo, con perspectiva crítica.

 

     La madre (Myriam Amanda), en su desesperación, trata de ocultarles a sus hijos un secreto que le haría cambiar sus planes futuros. Entra a la escena cabizbaja y rompe en llanto al enterarse por unos análisis realizados que posee una enfermedad maligna. En su soliloquio conversa con Dios y se lamenta del por qué a ella le toca este padecimiento. La actriz hace gala magistral de su actuación a través de toda la obra, dejando a los espectadores boquiabiertos con su desenvoltura actoral.

 

     La hija (Jesika Marcano) descubre la dolencia de su madre y le plantea en un discurso conmovedor su ayuda incondicional y todo lo que está dispuesta a hacer para ayudarla monetariamente. Aquí se revela la capacidad de esta joven actriz, que se muestra fresca, bondadosa e ilusionada en un fehaciente desarrollo teatral.  

 

     El hijo (Hansel), personaje optimista y dinámico, al enterarse de este secreto por su hermana, pese a que ve truncadas sus aspiraciones por la enfermedad de la madre –el planeaba terminar sus estudios para ingresar en la universidad con la ayuda monetaria que la madre ha ido ahorrando en una cuenta en el banco–, está dispuesto a ayudar a la madre al igual que su hermana.  

 

     La vena creativa de Maricel Mayor Marsán queda probada con la fuerza de su imaginación y su oficio, aparte de su dedicación constante a la búsqueda de un cosmos teatral.

 

     Estimo que el espectador ha salido de la pequeña sala conforme y complacido y que merece otras puestas en escenas como ésta.

 

     En términos generales, hemos presenciado una nueva creación que ha contribuido a mostrar un tema de gran interés por parte del público, unida a la fuerza dramática de sus actores y toda la intensidad inherente al teatro breve.

 

     Falso Positivo, como toda creación teatral, ha exigido una integración orgánica de todos sus componentes. Y así, en sus todas dimensiones, se ha alzado como una pieza digna de celebrar, gracias a la participación de este equipo formado por los actores, el director que dirigió la puesta en escena y la autora de esta obra, Maricel Mayor Marsán, a quien hoy debemos este primer acto de efecto y vigor.

 

 

   

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