RANLE

Revista de la Academia Norteamericana de la lengua Española

 

Diálogo con Maricel Mayor Marsán

 

por

 

María José Luján Moreno, Ph.D.

Manhattanville College

 

Valley Cottage, New York, EE.UU.

Año VI, Número 12 / ISSN: 2167- 0684
Otoño de 2017

 

 

  

 

Maricel Mayor Marsán, una polifacética mujer cubana nacida en Santiago de Cuba en 1952 y afincada en Miami desde 1972, escribe poesía, narrativa, ensayo y teatro; es conferencista, crítica literaria, editora, traductora, profesora, directora del consejo de redacción de la Revista Literaria Baquiana (en su versión digital e impresa), miembro numerario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) y miembro correspondiente de la Real Academia Española (RAE). En su reciente quehacer literario cabe destacar sus más recientes libros de poesía, titulados Rumores de suburbios (2009) y Miami, poemas de la ciudad – poems of the city (poemario bilingüe, 2015), así como sus libros de teatro, titulados Gravitaciones teatrales (2002), El plan de las aguas / The plan of the waters (edición bilingüe, 2008), Trilogía de Teatro Breve (2012) y Las Tocayas (2013). En 2014 publica Crónicas Hispanounidenses, libro en el que recoge una selección de sus ensayos, notas y reseñas literarias, acerca de otros autores, que fueron escritos en los primeros doce años del nuevo milenio. Ha editado y escrito los prólogos de los textos José Lezama Lima y la mitificación barroca (2007), Español o Espanglish. ¿Cuál es el futuro de nuestra lengua en los EE.UU.? (CCEMIAMI, 2008) y Homenaje a Miguel Hernández en su centenario (AECID, 2010). Sus textos han sido incluidos en revistas y antologías en Hispanoamérica, Estados Unidos, Europa, Asia y Oriente Medio. Participa en congresos literarios, lecturas poéticas, ferias de libros y festivales de poesía y de teatro en numerosos países; su obra, además, ha sido traducida a varios idiomas. Fue distinguida en 1996 con el “Editor's Choice Award” por la Biblioteca Nacional de Poesía de Estados Unidos por su creación poética; fue invitada a leer su poesía en 2006 en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en Washington, D.C. y, en 2009, en el Festival Internacional de Poesía de Austin, Texas, como "Poeta destacada". En 2007 ganó el concurso de relatos breves “Chile con mis ojos”, organizado por la Televisión Nacional de Chile y auspiciado por la Academia Chilena de la Lengua, la Fundación Pablo Neruda y el Ministerio de Educación de Chile. En el año 2008 fue invitada a participar, conjuntamente con un grupo de escritores y académicos especializados, en la escritura de la Primera Enciclopedia del Español en los Estados Unidos / Anuario del Instituto Cervantes (Editorial Santillana) y la Universidad Autónoma de México (UAM) publicó una antología de su poesía, titulada Desde una plataforma en Manhattan, que incluye una selección de sus poemas aparecidos entre los años 1986 y 2006. En el año 2010 fue seleccionada entre los cien latinos más destacados de Miami por su contribución a la cultura de dicha ciudad.

En esta ocasión, nuestro diálogo gira en torno a tres cuestiones claves de su labor literaria y de su propia personalidad: los temas esenciales de su obra, el motivo de su escritura y los rasgos de su vida personal que se reflejan en sus escritos. 

MJL: Maricel, tú has escrito poesía, cuento y teatro entre otros géneros. ¿Lo haces con el fin de poder expresar sentimientos variados? ¿Te sientes más cómoda con alguno de estos géneros en particular?

MMM: Pienso que todos los géneros literarios tienen su momento y su razón de ser. Yo no escojo los géneros para expresar sentimientos variados, ellos me escogen a mí para que yo manifieste lo que tengo que decir de maneras diferentes, bien sea a través de la poesía, el cuento o el teatro. Estos géneros suelen darse de manera espontánea. Cuando una inquietud aflora, hay que dar rienda suelta a la idea y escribirla. En ese momento se decide el camino que se va a seguir en la escritura.

Por lo general, me siento cómoda en los tres géneros que has mencionado. La poesía es la emoción de un sentimiento, en particular, que me empuja a escribir sobre algo o alguien; el cuento responde a algún suceso, real o imaginario, que deseo compartir; y el teatro me ayuda a exponer mis puntos de vista sobre temas diversos, casi siempre de tipo social.

No creo en la literatura quirúrgica o prefabricada cuando se trata de estos tres géneros literarios. Es lógico que debamos seguir ciertas normas establecidas a la hora de redactar y escribir lo que queremos transmitir, pero eso de sentarme a escribir sobre algo en particular que me proponga, de manera calculada y sin una motivación previa que me dicte hacerlo, realmente se me torna difícil.

El ensayo y la crítica literaria requieren de una gran dosis de lectura, investigación y desarrollo ordenado más que de ficción. En estos otros géneros sí observo otros patrones a la hora de escribir.

MJL: En el momento de la escritura, ¿te sirves de tu propia experiencia o tu inspiración proviene de otro tipo de fuentes? ¿O acaso tiene que ver con tu vivir diario y con la Cuba que llevas dentro?

MMM: Todo depende de la circunstancia y del momento histórico. Cuando se escribe, es inevitable servirse de experiencias propias porque el escritor es un ser humano que va a reflejar en sus textos el mundo que le rodea y que, por ende, le ha tocado vivir. Eso sí, tenemos que hacer una distinción. En la poesía se reflejan muchas experiencias y sentimientos personales,  que cambian con el tiempo y de acuerdo con nuestras percepciones momentáneas, pero cuando se trata de un texto narrativo o de una pieza teatral las fuentes son diversas y casi todas vienen del entorno inmediato.

En mi caso personal trato de no mezclar mucho “la Cuba que llevo dentro”, tal y como señalas en tu pregunta, con lo que escribo a diario. Aunque amo profundamente al país donde nací y guardo muchos recuerdos de mi niñez, también siento un amor especial por España, tierra de mis antepasados y país que me acogió al salir al exilio, siendo apenas una adolescente. Nunca olvidaré a Cuba, siempre amaré y le agradeceré a España, pero la realidad se impone y la mía es otra. Vivo en los Estados Unidos de Norteamérica y como estadounidense o hispanounidense, para ser más específica, las situaciones que me provocan escribir son otras.

MJL: Eres ya una escritora afamada y reconocida, prueba de ellos son las innumerables invitaciones que recibes a festivales poéticos a los que asiste bastante público, pero ¿recuerdas cómo fue la primera vez que escribiste? ¿Rompías a menudo lo que escribías? ¿Podrías afirmar que escribes ahora mejor que en tus comienzos?

MMM: Escribo desde muy pequeña, desde mis tiempos en Cuba. Todo lo que escribí allá se perdió cuando me marché de la Isla. También escribí mucha poesía cuando vivía en Valladolid. Muchos de esos poemas desaparecieron en un latón de basura o en el fuego de una chimenea. Nunca estaba del todo conforme. No sé si escribo mejor ahora que en mis comienzos. Espero que sí. Siempre he tratado de mejorar lo que hago, con consultas a mis colegas y constantes revisiones, y aún lo sigo haciendo. Nadie es infalible ni perfecto.

MJL: Como escritora comprometida tratas en tus textos de problemas universales como el medio ambiente, el mal ejercicio de la política, los movimientos migratorios, el exilio, la incomunicación de los seres humanos, ¿por qué te preocupan tanto estos tipos de temas/problemas?

MMM: Ya me diste la respuesta en tu pregunta, soy una escritora comprometida. Eso es lo que soy. No puedo vivir ajena a los problemas que me rodean. Pienso que si puedo ayudar de alguna manera a que el mundo sea un mejor lugar donde vivir, señalando con mis textos los errores que se cometen a diario, para que la gente reflexione, entonces siento que lo que escribo vale la pena. Trato de no perder el equilibrio entre lo que me atañe de manera personal y la responsabilidad que tengo como autora pero, ante un mundo lleno de injusticias y arbitrariedades, no me queda otra cosa que hacer.

MJL: Rumores de suburbios es un libro de poesía que dedicaste a las mujeres de tu generación. Me llamó mucho la atención la cuarta parte, titulada "Tristezas", que trata sobre las mujeres sometidas a abusos por razones de género. Asimismo, la mayoría de tus piezas dramáticas incluidas en tu trilogía teatral se refieren a la explotación y discriminación que sufren las mujeres, ¿a qué se debe esa preocupación por la mujer cristalizada en tus obras? 

MMM: Siempre me han interesado estos temas. Debo aclarar que nunca he sido sometida a abusos ni he sido víctima alguna por mi condición de mujer. He sido afortunada en ese aspecto. No obstante, he presenciado muchas situaciones deplorables donde la mujer ha sufrido explotación y ha sido vilmente discriminada. Además, me tocó vivir el apogeo del movimiento de liberación femenina en los Estados Unidos durante mis años de estudiante universitaria, a principios y mediados de los años setenta, y ese fue un periodo de concientización definitiva para todas las mujeres de mi generación.

A veces, las generaciones más jóvenes desconocen todos los espacios conquistados por la mujer, a nivel social, económico y político, en el transcurso de las últimas cuatro décadas, casi cinco dentro de poco. En la actualidad, muchos de esos espacios se dan por sentado, como algo normal que siempre ha estado sucediendo así y muchas personas, mujeres jóvenes en particular, no saben el tremendo sacrificio que costó lograrlos. Entonces, pienso que un texto que trate sobre estos temas merece escribirse y publicarse porque, aparte de que es necesario hacer un poco de memoria colectiva, todavía suceden muchas cosas irregulares en ese sentido como para dejarlas a un lado.

MJL: ¿Te consideras feminista o simplemente te interesan los temas relacionados con la mujer?

MMM: Me considero feminista pero sin llegar a ser extremista. Sueño con un mundo equilibrado donde los hombres y las mujeres puedan convivir con respeto, donde no se cometan injusticias, donde la mujer no sufra discriminación, violencia de género o se convierta en víctima de un femicidio, como suele suceder todavía en algunos países del llamado primer mundo.

Como te respondí en tu pregunta anterior, me interesan todos los temas relacionados con la mujer y me preocupa que, pese a todos los adelantos de la ciencia y la tecnología, millones de niñas y adolescentes en muchas partes del mundo, especialmente en los países del tercer mundo, no tengan la esperanza de un futuro mejor para ellas. Recordemos lo que pasó con Malala en Pakistán hace apenas unos años. Afortunadamente, ella pudo superar su tragedia pero hay muchas que no.

Por esas razones, uní mi voz a las de otros autores en la Antología de poetas en contra de la violencia de género “Final de Entrega” que publicó el Ayuntamiento de Córdoba (Andalucía) España en 2006 y en los dos libros/homenajes que le rindieron a Carmen Conde, uno en su centenario y otro posterior: Las Letras (2006) y Bosque de Palabras (2009), ambos publicados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena y el Patronato Carmen Conde/Antonio Oliver en Cartagena (Murcia) España. Como has de saber, ella fue una gran defensora de la palabra y del papel de la mujer en la sociedad española de su tiempo.

MJL: Eres una mujer incansable que, entre otras cosas, no deja de promocionar, difundir y expandir la lengua y las letras hispánicas tanto en Estados Unidos como en todo el mundo hispano hablante. ¿Qué pretendes con ello?

MMM: Cuando llegué a los Estados Unidos, a principios de la década de los setenta, me percaté enseguida de la gran presencia de origen hispano en el país y, a su vez, de la manera tan descuidada como se hablaba el idioma español en este sector de la población, salvo en el ambiente académico, entiéndase por aquellos departamentos especializados en dicho idioma y su literatura de escuelas de enseñanza intermedia y universidades. Me enfrenté a un fenómeno desconocido para mí en ese entonces: el Spanglish. Desde entonces me interesé por hacer algo para comprender y remediar tal situación, en lo posible, y no he parado.

Como educadora, profesional de la palabra escrita, traductora y editora, he tratado por todos los medios de ayudar, en la medida de mis posibilidades, a que mi fervor por la lengua española en este país se convirtiera en algo más allá de una simple observación y descripción lingüística. Durante tres años (2004-2007) dirigí los diálogos “Español o Espanglish ¿Cuál es el futuro de nuestra lengua en los Estados Unidos?” con el auspicio del Centro Cultural Español de Miami y  la Agencia Española de Cooperación Iberoamericana, y la participación de diversas ramas profesionales y muchos académicos de renombre como D. Odón Betanzos Palacios, director de la ANLE entre 1978 y 2007, D. Gerardo Piña Rosales, actual director de la ANLE, y D. Humberto López Morales, ex secretario general de la ASALE. Como resultado inmediato, logré hacer tres ediciones de título homónimo a los diálogos en los años 2005, 2006 y 2008 respectivamente. Cada edición contenía textos nuevos y revisiones de la publicación anterior.

En otro orden de cosas, desde mi llegada a este país me encontré con muchos poetas y narradores que escribían en español pero no encontraban suficientes medios de prensa o editoriales para publicar sus textos. Los autores hispanos y latinoamericanos en los Estados Unidos sufrían y aún sufren —aunque afortunadamente cada vez menos— del síndrome de la invisibilidad. No hay nada más frustrante para un creador que no poder canalizar su creación. Y así fue como decidí, con mi esposo, el periodista chileno Patricio E. Palacios, y un grupo de amigos, fundar una revista digital en el año 1999, en pleno advenimiento del fenómeno de la Internet. Sin planificarlo, la Revista Literaria Baquiana (www.baquiana.com) se convirtió en una publicación pionera en el sur de la Florida, ofreciendo un medio de promoción y enlace para muchos escritores que escriben en español desde los Estados Unidos a otras latitudes del planeta. En la actualidad nos hemos convertido en la publicación literaria en español más antigua e importante del área. En todos estos años hemos observado la fundación y también la desaparición de muchas revistas, pero nosotros seguimos adelante con este esfuerzo por preservar la producción literaria de tantos autores hispanos que son parte integral de esta gran nación. Sabemos que la perseverancia es el arma para romper el hielo de la invisibilidad y la falta de reconocimiento de los autores hispanos, lo mismo dentro del país que en Hispanoamérica. Ahora podemos hablar en términos de un deshielo parcial y una mayor aceptación de los escritores hispanounidenses que escriben en español en otros países, al igual que un interés creciente por ese tipo de literatura en general. Por supuesto, no hemos sido los únicos, pero sí hemos colaborado de lleno en este esfuerzo colectivo.

Después de la primera década de existencia, la revista ya había sido reconocida por importantes medios a ambos lados del Atlántico, tales como Cuadernos para el diálogo — Revista de Pensamiento y Debate del grupo Cambio 16 (www.cambio16.info/cuadernos.htm), que me dedicó ocho páginas, entre preguntas y fotos, en una entrevista que se difundió ampliamente por toda España e Hispanoamérica en el verano de 2010.

En mayo de 2017, durante la Conferencia Transatlántica que convoca la Universidad de la Ciudad de Nueva York casi todos los años, con la participación de Brown University y el Instituto Cervantes, tuve la inmensa satisfacción de que el Dr. Gerardo Piña Rosales, uno de los pilares de esta lucha a favor del idioma español, dedicara una ponencia en dicho encuentro a tres revistas literarias hispanounidenses, entre las que se encontraba Baquiana.

MJL: ¿Por qué, para qué y para quién escribes? ¿Qué lugar y qué momento del día son los ideales para escribir? ¿Eres disciplinada o no tienes un método para ti?

MMM: En primer lugar, escribo porque me gusta. En segundo lugar, escribo porque tengo algo que decir. En tercer lugar, escribo para todos los que me quieran leer. Lo demás, paso de ello. ¿Acaso Emily Dickinson supo de la publicación de sus poemas, por primera vez, a los cuatro años de su fallecimiento? Y ¿Acaso Franz Kafka se enteró de la publicación de su más famosa novela El Juicio, así como de otros manuscritos geniales que tenía inéditos, pese a advertirle a su amigo Max Brod desde su lecho de muerte que destruyera todo lo que había escrito y que no lo fuera a publicar? Bueno, por lo menos yo estoy al tanto de mis publicaciones hasta el momento. De lo inédito se encargarán mi esposo o mis amistades allegadas el día que yo fallezca y no me voy a preocupar en advertirle cosa alguna a nadie porque ya se sabe que estas cosas no se cumplen.

En los últimos años, he disfrutado mucho con saber que los estudiantes de español en muchas escuelas intermedias del país y algunos estudiantes que comienzan sus estudios universitarios de español me leen, a través de la colección de libros de texto Exprésate (2006) y Cuentos y Cultura (2008) que publicó por varios años seguidos la editorial Holt, Rinehart & Winston en Austin, Texas. Los estudiantes son los pinos nuevos de la sociedad, los lectores de hoy y los posibles profesores del idioma en un futuro. Me emociona recibir cartas de los estudiantes o escuchar sus comentarios sobre mi poesía cuando tengo la oportunidad de estar en contacto con ellos.

Casi siempre escribo de noche y hasta de madrugada. Lo hago así porque es el momento del día en que tengo tiempo para hacerlo y nadie me perturba. Para seguir esa disciplina, trato de encerrarme y desconectarme de todos en la oficina que tengo en casa.

MJL: Mientras estás en el proceso de la escritura, ¿hablas con tus amistades de tu trabajo o prefieres vivir una escritura en solitario?

MMM: El oficio de escritor es uno de los más solitarios del mundo. No concibo la posibilidad de escribir rodeada de gente y todo tipo de distracciones. La creación poética requiere intimidad, una cuota de introspección y una dosis de silencio. En cuanto a los otros géneros, podría decir lo mismo, quizás con un poco menos de silencio y un poco de música suave, pero siempre rodeada de un aire de tranquilidad.

Por una cuestión de norma y protección de los derechos de autoría de mis textos, no comparto con nadie, excepto con mi esposo o algún colega en específico, los proyectos en los que estoy trabajando. Prefiero hablar con mis amistades sobre proyectos concretos que ya estén terminados, revisados y publicados.

MJL: Debido a tu peculiar infancia y juventud y a tu condición actual de "viajera", ¿te has sentido en alguna ocasión una persona sin nacionalidad o más bien te consideras ciudadana del mundo?

MMM: La persona que emigra por largo tiempo o se exilia de su país está condenada a no pertenecer a ningún lado. Al principio, el emigrante o el exiliado vive aferrado a la nostalgia y al recuerdo de lo que dejó en su país de origen. En cuanto tiene la oportunidad de regresar, se da cuenta de que su persona cambió y de que ya no pertenece del todo a ese país que añoraba. Después, se comienzan a echar raíces en el país que te recibe pero, por más que te afanas y luchas por ese nuevo país, todos los que te rodean se encargarán de recordarte que no eres de allí tampoco.  

No me considero una persona sin nacionalidad porque sigo siendo cubana de nacimiento, tengo la ciudadanía norteamericana por decisión propia, podría acogerme a la ciudadanía chilena por matrimonio y a la ciudadanía española por mi familia directa. No obstante, a pesar de todo ese compendio de nacionalidades reales o posibles, así como de mis viajes, no me siento ciudadana del mundo. Todavía sigo siendo una mujer de provincia que prefiere la vida en las ciudades pequeñas como Santiago de Cuba, Valladolid o Zamora.

En el año 2003 la editorial murciana Áglaya me publicó el libro de poesía En el tiempo de los adioses y, precisamente, ese es un libro donde expreso en lenguaje poético mis opiniones sobre el adiós en todas sus manifestaciones. A continuación te comparto dos poemas breves de ese libro para que comprendas lo que pienso al respecto:

                             

LOS TRES ADIOSES

 

 

Los tres adioses

golpean al unísono

fuerzas desatinadas,

desaliento perfecto,

impedimento y viento.

 

El adiós a la familia,

el adiós a la patria

y el adiós al amor inconsciente.

Esos son los tres adioses

que manejan destinos,

trituran ilusiones

y se mecen sobre tu psiquis

para juguetear con ella a su antojo.

 

 

VIVIR DICIENDO ADIÓS

 

Del campo a la aldea,

de la aldea al pueblo,

del pueblo a la ciudad,

de la ciudad a la capital,

de la capital de un país

a otras naciones,

de mar en mares,

de océano en océanos,

de año en años,

tiempos que transcurren,

mientras un inmigrante de tantos

se desplaza por el mundo

repartiendo alegorías y cansancios,

adioses pesarosos de su irretornable vida.

 

MJL: ¿Cómo es tu relación con la literatura? Quiero decir, ¿cuáles son tus obras predilectas no solo de antes, sino también de ahora? ¿Quién ha ejercido influencia tanto en las preocupaciones destacadas en tu obra como en tu manera de escribir?

MMM: Para mí la literatura es un compromiso de por vida; una especie de matrimonio eclesiástico, casi indisoluble. La literatura clásica cubana jugó un papel preponderante en mi etapa primaria de formación literaria. Siempre me interesaron las figuras claves como José María Heredia, Félix Varela, José Martí, Enrique José Varona, Gertrudis Gómez de Avellaneda y muchos otros, hasta llegar a Nicolás Guillén, Alejo Carpentier y Dulce María Loynaz en fechas posteriores, cuando ya vivía fuera de Cuba. Después, durante mi estancia en España, comencé a interesarme por la literatura clásica española, por la generación del 1898 y la del 1927 y por poetas como Antonio Machado, Carmen Conde, Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez y Miguel Hernández, los más significativos para mí en cuanto a influencias  y simpatías directas.

Aunque había estudiado la literatura norteamericana de antemano, al llegar a mi etapa de estudiante universitaria en los Estados Unidos, comprendí mejor la trascendencia de Walt Whitman en la vida de los ciudadanos comunes y descubrí a Henry David Thoreau y su ensayo Desobediencia civil, el cual me aclaró muchas cosas.

De las poetas y escritoras en este país, me interesó la obra de Emily Dickinson en el siglo XIX y me fascinaron los textos de Maya Angelou, Alice Walker y Toni Morrison en el siglo XX, así como los de Sandra Cisneros, Marjorie Agosín y Julia Álvarez en el siglo XXI, por mencionarte algunas de las que más me han gustado.

En la actualidad, me interesa leer mucha literatura hispanounidense. Sigo de cerca las publicaciones de mis contemporáneos en Cuba, en España y en los Estados Unidos, al igual que me gusta estar al tanto de lo que se produce en otras partes de América Latina.

MJL: ¿Sientes que has hecho todo cuanto tenías que hacer? ¿Te consideras una mujer feliz? 

MMM: He tratado de hacer las cosas que me he propuesto de la mejor manera posible. No sé si he hecho todo lo que he tenido que hacer. Quizás podría haber hecho más si las circunstancias hubiesen sido mejores. Estoy segura de que siempre se puede más. Además, todavía tengo muchos proyectos pendientes en mi cabeza.

Soy feliz a mi manera y con lo que la vida me ha dado, pese a todos los contratiempos que la propia vida se ha encargado de interponer en mi camino. Para ello, hace mucho tiempo que trato de evitar todo lo que pueda considerar tóxico o desagradable.

MJL: ¿Tienes en mente tu próximo proyecto? 

MMM: En estos momentos estoy enfrascada en la traducción de toda mi poesía al inglés. Aunque tengo varios poemarios bilingües publicados, otros están escritos y publicados en español solamente y están pendientes de ser traducidos. Me gustaría que toda mi producción poética hasta el momento estuviera disponible en inglés. Ya casi lo estoy logrando.

MJL: ¿Qué riesgo corre un joven escritor hispanoamericano en los Estados Unidos hoy en día?

MMM: Creo que las condiciones han mejorado bastante para los escritores hispanos y latinoamericanos en este país, si establezco como parámetro lo que encontré a mi llegada en 1972. En los últimos años han surgido muchos sellos editoriales en español de compañías importantes del sector. Y, por otra parte, existen muchísimas editoriales pequeñas y de corte alternativo que facilitan las publicaciones. También existen muchos medios especializados, tales como revistas culturales o literarias, a lo largo y ancho del país. Además, con la aparición de las nuevas tecnologías, la Red facilita a los escritores jóvenes a darse a conocer de manera más rápida y efectiva.

Al mirar hacia atrás, puedo afirmar que las cosas están más favorables para los escritores que comienzan a transitar por estos caminos de la literatura. El único riesgo que puede existir es el de que tu obra pase desapercibida y de que mueras en el intento de darte a conocer, pero eso puede pasar en cualquier parte del mundo.

MJL: Para concluir, tú has hecho muchas entrevistas a escritores, pero dime, ¿te gusta que te entrevisten?

MMM: Siempre es más fácil preguntar que responder. Por otro lado, a veces uno piensa que lo ha dicho todo y, de repente, te das cuenta de que todavía tienes muchas cosas que decir. Ahora solo me queda agradecerte la entrevista y el tiempo que has invertido en ella. Muchas gracias por tu atención.

 

 

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