TRES VERTIENTES DE "UN CORAZÓN DIVIDIDO"

 Y LA INFLUENCIA DE HEMINGWAY 

EN UNA POETA DEL EXILIO

 

por

 

Teonilda Madera

Crítica Literaria

(El Relicario - Revista Cultural)

 

   

     

     "En palabras simples, escenario hostíl, desilusión, pedazos sueltos, y ejercicios de la muerte, Hemingway giró en su tumba" y el corazón, como un camino bifurcado  se dividió en el exilio.  El título de Un corazón dividido, uno de los poemarios  de Maricel Mayor Marsán, nos recuerda las palabras de Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mis circunstancias". Las circunstancias del exilio dividen el corazón del exiliado entre la patria que quedó atrás, débil y tenue como una estela de humo que se divisa en las celdas siderales de la memoria y en la nueva, en la patria adoptada que de una u otra forma llega a ser parte intrínseca de uno. Los poemas enmarcados en este poemario están cargados de agitación, agonía, angustia, desesperación, ante la realidad estóica de la tierra que sufre las estocadas de unos ideales truncados.  Pero la poesía de  Maricel Mayor es mucho más que sueños truncados; en ella encontramos tres vertientes sobresalientes: 1) las causas del exilio; 2) la metamorfosis emocional del exilio; y 3) una actitud didáctica ante la vida. 

 

     Una realidad punzante, cruda e inhóspita, provocada por lo general, por asuntos de ideología política o por una asfixiante situación económica, hace que los hombres emigren llevando en el equipaje del alma una maleta de infortunio. La persecución ideológica o el abandono económico al que la cúpula de algún  poder de turno condena, en la mayoría de los casos, a los hombres, los obliga a imitar a las aves que emigran.  Sin embargo, el rostro dorado del horizonte de la emigración, no evita la metamorfosis quejumbrosa del emigrante-exiliado.  La partida es un camino incierto, lleno de miedos que puede conducir hacia la desilusión, como nos dice la poeta en el último verso de un poema que lleva ese mismo título.

 

Desilusión

 

 

Fuerzas inconscientes que traicionan las razones

implicaciones finales, miedos, pesimismo biológico

en un caos universal.

La vida es un camino torcido de fracasos sentimentales.

La muerte,

un drama común de diarias frustraciones y negaciones.

Sin amor,

hay un ruego silente hacia la autodestrucción,

un rechazo.

Rodeando e imitando humanos,

hombres y mujeres juntos van

en el viaje hacia la desilusión.

 

 

 

     El primer verso nos cuenta  que una traición ideológica ha hecho que hombres y mujeres juntos emprendan el viaje hacia la desilusión.  Los versos de arte mayor prevalecen y están muy a tono con ese camino largo e incierto de negaciones y fracasos que se abre ante el exiliado que trata de escapar del “caos universal” creado por hombres que se sienten dueños del destino de los demás.  Hittler, Franco, Trujillo, y todos los despotas que al igual que ellos han barajado a su antojo la suerte de media humanidad son los responsables del “…viaje hacia la desilusión” al que alude la poeta.   Ese país gigantesco de emigrantes que se ha ido conglomerando en los Estados Unidos vive como nos decía Luis Cernuda, entre la realidad y el deseo. La realidad lacerante de no estar donde se anhela estar sólo sirve para atisbar los recuerdos y para agudizar el deseo ferviente del retorno.  

 

     La distancia profundiza el cariño por la patria y pensar en ella se hace imprescindible para evitar la autonegación a la que puede conducir el destierro.  Los recuerdos juegan un papel crucial en todo esto ya que con ellos se forma un cordón umbilical que nadie puede cortar y que une al hijo ausente con la Madre Patria.  Esa unión hace que el amor filial se mantenga vivo como las llamaradas de un incendio.   Maricel Mayor sintetiza “En palabras simples” la metamorfosis emocional que produce el exilio y que origina una complicidad amorosa entre el exiliado y el terruño materno que evita que la herida que abrió la partida cicatrice.     

 

En palabras simples

 

 

Que un candor de ilusión te invada el alma

cuando pienses en mi.

Y que una sonrisa pueda montar sobre tus labios

con el recuerdo de mi nombre.

Porque, pensando en mí

estaré cercana a ti.

Recuérdame, mi musa:

soy tu montaña, tu mar,

tu firmamento, la lluvia que siempre te extraña…

Recuérdame, mi amor:

soy tu sendero, la cicatriz que no cierra,

las nubladas pasiones que te nombran…

 

 

 

     Hemingway, que ya había pronosticado, a través de Santiago, el personaje principal de El viejo y el mar, el exilio cubano, resucita en los versos de Un corazón dividido para presenciar la árdua batalla que se peleó en altamar en agosto de 1994 entre una flota de balseros y las mandíbulas mortíferas de unos tiburones blancos que se oponían al exilio.   

    

El regreso de Hemingway

 

 

Hemingway giró en su tumba

y el viejo pescador regresó

con su leyenda de pasión por el mar y la soledad.

 

Historias de hombres luchando con otros

por un espacio sobre balsas desvencijadas

por un pasaje hacia mejores barcos en altamar.

Rumores de ansiedad y desesperación,

gigantescos tiburones blancos atacando a los balseros,

pedazos desmembrados de cuerpos masticados

devueltos a las orillas cubanas.

 

Hemingway giró en su tumba

y el viejo pescador regresó

con su leyenda de pasión por el mar y la soledad.

 

 

 

     Maricel Mayor trasciende los planos de la vida y de la muerte en ese poema; hace un viaje astral, como se dice en tiempos modernos; sacude a Hemingway en el sepulcro logrando que a través de él el viejo pescador regrese con su leyenda y con su soledad a presenciar el cumplimiento de una profecía. La repetición del terceto y el uso del pretérito del verbo girar, aluden y enfatizan la imagen de la resurrección bíblica de Lázaro, contrapunto de la resurrección literaria.

 

     Las personas que experimentan los aguijones del exilio ya sea político, económico o religioso al leer este poemario notarán que su historia personal aparece de una forma u otra en las páginas de Un corazón dividido porque el enfoque de los temas está hecho desde una óptica universal. En este poemario, Maricel Mayor deja una brecha abierta por donde se entra al exilio de todos los exiliados del planeta porque comprende que independientemente de las razones particulares que se puedan tener para alejarse de la patria, el resultado emocional, por lo general, es siempre el mismo: una nostalgia desgarrante por volver a pisar el suelo amado.  Pero ese estado emocional acongojado que puede llevar a la depresión hay que combatirlo con una actitud positiva.  

 

     La poeta y la profesora andan tomadas de la mano por el sendero literario, por eso, Maricel Mayor no olvida su función pedagógica en Un corazón dividido.   Ella encomia a sus lectores, incluídos los estudiantes, por supuesto, a que aprendan a sacar partido de los estados emocionales negativos y de las adversidades que se presenten en el devenir del tiempo. La poeta utiliza el concepto del Carpe Diem para enfatizar la importancia de saber aprovechar el tiempo y, además, anima a las personas a mantener una actitud positiva ante la vida para que puedan llegar a realizar sus proyectos.  La clave, de acuerdo al poema “Sólo algunas veces”, está en combinar el positivismo con el Carpe Diem para mantenerse erguido aunque el mundo se desplome alrededor de uno, como nos dice la poeta.

 

Sólo algunas veces

                       

 

Algunas veces,

me pregunto acerca de mis miedos.

La vida no es más que un proyecto continuo

debo seguir, sabiendo

que puede no existir un próximo mes o un próximo año,

hoy es el único propósito,

el instante completo de la realización.

Cuando el mundo se desploma a mi alrededor,

millones de ideas llegan a través de mis lágrimas.

Un mañana temprano es un sonido apropiado,

un plan alcanzable,

un presente tangible, y

el posible desempeño de los sueños.

Algunas veces,

sólamente algunas veces me pregunto

por qué no tengo más tiempo para mis miedos.

 

 

 

     Finalmente, resulta interesante leer la poesía de Maricel Mayor porque detrás de su sencillez existe una profundidad de pensamiento acompañada de una propuesta nueva: “…me pregunto/  por qué no tengo más tiempo para mis miedos”.   Además, en su… corazón dividido hay una vigencia temática y una actitud didáctica ante el exilio que cautiva:

 

 

"…Los años pasaron, nada esperaba

dije

hasta que finalmente descubrí

mis sueños en el camino.

Eran minúsculas partes,

pedazos sueltos de un alma

de una familia que fue

nada más que sentimientos dispersos…"

 

 

 

 

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