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POEMAS DESDE CHURCH STREET |
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“La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido”
Jorge Luis Borges
Un homenaje a las víctimas del 11 de septiembre a través de la poesía
México, D.F. a 4 de marzo de 2007.- Como un homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre del 2001, la poeta cubana exiliada en Estados Unidos, Maricel Mayor Marsán, concibió su libro Poemas desde Church Street, una voz colectiva de anónimos que se debaten entre el dolor, la orfandad y la existencia.
En la presentación de este volumen de Ediciones Baquiana, Mayor Marsán, quien ha dedicado 80 por ciento de sus trabajos a la poesía de carácter social, enfatizó que el libro recoge el sentir de quienes vivieron, sobreviven y padecen los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, “muchos, la gran mayoría, gente de trabajo, que limpiaba los pisos, servía el café a los jefes, que por supuesto llegaban más tarde. No fueron los directivos quienes murieron, fueron los más desprotegidos, que dejaron a sus familias en el desamparo total”.
“El primer contacto que tuve con la tragedia fue desde el mirador que se encontraba en la calle Church Street de Manhattan, adyacente a la Zona Cero. Ahí nació en mi la idea de escribir estos poemas, reflexiones y publicar una serie de fotos en torno a un acontecimiento que ha generado una espantosa y cruenta guerra contra Irak.”
El poeta Óscar Wong señaló que el libro de la cubana es un documento lírico que actúa como un registro de lo transcurrido en la Gran Manzana. Peatones y taxistas, inmigrantes y meseros se integran como voces multiplicadas de seres anónimos que pretenden rescatar la desnudez de aquel fatídico día”.
Apuntó que
Poemas desde Church Street
más que una colección de textos, es el acto ineludible de un ser social que
pugna por responder artísticamente hablando ante la desdicha. Es la visión
humana de una mujer sensible que recurre a develar la oscuridad salvaje del
lacerante infierno. Caos y desasosiego. Silencio y miedo conciliándose en la
complicidad del polvo. El mal y el bien en funciones trastocadas. En suma
retrata lo doloroso de la devastación.
Por su parte, el poeta cubano, Yoel Mesa Falcón apuntó que en
su libro Maricel demuestra su capacidad de preocuparse por los dolores de los
otros y no sólo del propio. “El nombre de esto es piedad, caridad,
desprendimiento, generosidad y amplitud de corazón”.
Reconoció que el ángulo desde el cual el poemario accede a los recovecos humanos
de aquel septiembre es el callado sufrir más que el desastre en sí y este es uno
de los méritos de la obra.
Dijo que el libro nos acerca a los héroes anónimos, como en
el poema Los macabeos de la Zona Cero. Porque Manhattan se convirtió en un
gigantesco y etéreo ataúd colectivo. “El poemario de Maricel al hablar de la
muerte hace un homenaje a la Vida”.
Agregó que el tema del poemario no sólo es la tragedia septembrina, sino el eterno vibrar, la capacidad inigualable de poder hacer sentir al extraño como en casa a pesar de ser Nueva York una urbe descomunal y vertiginosa.
Maricel Mayor Marsán, nació en Santiago de Cuba. Es poeta, narradora, dramaturga, profesora y directora de redacción de la Revista Literaria Baquiana. Ha publicado los libros de poesía Lágrimas de papel, 17 poemas y un saludo, Rostro cercano, Un Corazón dividido, Errores y horrores y En el tiempo de los adioses.
Ana Lilia Torrices y Dulce María López
Departamento de Prensa y Difusión
XXVIII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Ciudad de México, D. F.