MARICEL MAYOR MARSÁN POETIZA

SUS VIVENCIAS DE MIAMI

 

por

 

Olga Connor

El Nuevo Herald

(Miami, Florida, EE.UU.)

 

 

     Tratándose de poemas de la ciudad era natural que Mónica Prandi de la organización y revista Letra Urbana se juntara a la presentación del libro de poemas de Maricel Mayor Marsán Miami, poemas de la ciudad – Poems of the City (Ediciones Baquiana, septiembre, 2015), que se presentó ese mismo mes en Books & Books de Coral Gables. El libro lleva una hermosa portada azul, diseño de Carlos Quevedo, con una foto hecha por él, de la vista de Brickell, titulada Miami: una ciudad en constante movimiento (2012).

 

     Uno de sus poemas describe una de las rutas de arribo a Miami que más nos preocupa y agita, la del estrecho de la Florida: “Tres eran tres / los tres que llegaban. / No traían valijas, / ni aval, ni fortuna”. Pero en general son retazos de la vida en una ciudad multicultural que, según el prefacio de Maricel en su libro, son los que hacen de nosotros en Miami un caleidoscopio, un collage de eventos y actividades sociales, culturales, económicas. Y aunque son siempre cambiantes y recientes, estas perfilan el magnetismo urbano con que atrae a sus insistentes pobladores, su atracción más audaz, diría yo.

 

     Varios amigos y colegas la asistieron aquella noche, además de Prandi, quien destacó la labor infatigable de Maricel con su revista y Ediciones Baquiana. Entre ellos, hablaron los profesores Waldo González López e Ileana Llapur.

 

     Llapur destacó la división del libro en tres partes: “Algo del pasado…”, “Gente que la habita…” e “Impresiones y emociones…”. Y la cronológica organización, destacando “experiencias, vivencias y sentimientos sobre una ciudad que recibe a un exilio triste, el cual crece y hace de Miami un lugar muy especial llamado hogar”. También habló de la gran labor en la traducción de los poemas, que mantienen su esencia en la estructura de versos libres, “sin una métrica específica”, pero que “cumplen su propósito rítmico, tanto en español como en inglés, deleitando al lector con un tono mayormente alentador y positivo”. A ello añadió la lectura del poema La generación del milenio, dedicada a nuestro permanente amigo en los grupos poéticos Jonathan Rose, y que efectivamente trae un resumen de todos los aspectos de esta renovada generación.

 

     En interesante disertación sobre la poesía en general a la luz del inspirador José Lezama Lima, González López comenzó su análisis de Miami, poema de la ciudad – Poems of the City, haciendo un atisbo de contraste con Vicio de Miami, de Néstor Díaz de Villegas, a quien considera que abordó la ciudad de modo distante, aunque yo diría de modo irónico, mientras que el de Maricel es “un hermoso breviario autobiográfico”, una de cuyas cualidades es “la sinceridad y la honestidad de la autora”.

 

     Destacó el profesor su desarrollo histórico en el libro donde recuerda a William Brickell, Henry M. Flagler, Charlie Peacock, Julia Tuttle, Marjorie Stoneman Douglas, sin olvidarse de muchos colegas actuales. Tampoco olvidó al esposo, su colaborador, Patricio Palacios, junto a ella siempre y con cámara en mano.

 

     “Otras cualidades de sus textos”, siguió diciendo González López de Mayor Marsán, “son la sencillez casi coloquial de sus versos, no obstante ser traspasados por un hondo lirismo y otra no menos singular cualidad: la brevedad”.

 

     Lo más importante de Miami, que obviamente ella ama y admira, es que aquí habita la libertad, cosa que recoge como epígrafe de Benjamín Franklin. Amén de ese dicho, Maricel. Porque se traslucen en este libro no las distorsiones que hacen en otros lugares, sino una ciudad del amor y la confraternidad entre cubanos, latinos y americanos. Es más, a mi parecer, aquí se desarrolla la especie de “la raza cósmica” que vislumbró en su famoso ensayo el glorioso escritor mexicano José Vasconcelos.

 


 

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