PRECISIONES SOBRE EL POEMARIO

"MIAMI (POEMAS DE LA CIUDAD - POEMS OF THE CITY)",

DE LA AUTORA MARICEL MAYOR MARSÁN

 

por

 

Ileana Llapur Ferrán

BAQUIANA

(revista digital)

 

 

Palabras de presentación del libro en la librería Books & Books

 

     “Poemas de la ciudad” es un libro dividido básicamente en tres partes tituladas: “Algo del pasado…”, “Gente que la habita…” e “Impresiones y emociones…”. Este poemario está magistralmente organizado cronológicamente y destaca experiencias, vivencias y sentimientos sobre una ciudad que recibe a un exilio triste, el cual crece y hace de Miami un lugar muy especial llamado “HOGAR”.

     El poemario es completamente bilingüe y vale destacar la gran labor de la poeta al traducir los versos en ambos idiomas —español e inglés— sin perder su esencia, manteniendo una estructura de versos libres. Aunque sin una métrica específica, el poemario cumple su propósito rítmico tanto en español como en inglés, deleitando al lector con un tono mayormente alentador y positivo.

     La primera parte del libro: “Algo del pasado…” recopila ocho poemas que son dedicados individualmente a figuras importantes de la ciudad de Miami, principalmente sus fundadores, que dejaron una huella para marcar nuestra historia. El octavo poema, el cual culmina esta sección, incluye una frase del gran poeta argentino Jorge Luis Borges y con un estilo propiamente “borgeano” describe una ciudad que crece y que le da la bienvenida a muchos y a todos quienes quieren ser parte de un compendio cultural de razas y que dan color a esta hermosa ciudad.

     La segunda parte: “Gente que la habita…”, también lleva dedicatorias en cada uno de sus ocho poemas y comienza con la generación de los “Baby Boomers”, continuando con “la generación del milenio”, donde hace alusión a un grupo que ha sido abrumado por el uso constante y excesivo de la tecnología. La poeta nos señala en este poema:

 

LA GENERACIÓN DEL MILENIO

 

                                   A Jonathan Rose

 

Suma amigos por cientos,

                        a veces por miles,

                        en su cuenta imprescindible de Facebook.

 

Seduce a través de un mensaje,

                        casi siempre de texto.

 

Olvida devolver las llamadas,

                        pese a que vive atado a su móvil

                        y navega por la Red en todo momento

                        gracias a su micro pantalla rectangular.

 

Se imagina conocedor de todos y de todo.

No existe información que considere resistible.

Una simple búsqueda en Google le basta

                        para hurgar en tu vida o la mía.

 

Le es fácil entablar una conversación a distancia,

                        sobre todo, a través de cualquier ordenador,

                        con alguien de China, Australia o Grecia.

Incluso, con los vecinos del barrio,

                        compañeros de clase o trabajo,

                        hermanos y primos, menos abuelos,

                        familiares y amigos todos.

 

No padece de rubores

                        ni le preocupa mucho la privacidad.

 

Comparte su vida,

                        minuto a minuto,

                        en un Twitter global,

                        lo importante es convertirse

                        en el más popular de los seres.

 

Desconoce que el pollo alguna vez tuvo huesos

                        y que el tomate traía semillas.

 

Le apasiona trabajar desde casa.

No desea someterse a horarios

                        y le atormentan las regulaciones diarias.

Entabla relaciones sexuales seguras,

                        con la facilidad y la certeza

                        de que el ciberespacio le protege

                        de enfermedades venéreas.

 

Selecciona pareja en algún grupo escogido,

            previa consulta en alguna página disponible o Web

                        y algún costo pre-pagado.

 

Termina tranquilo sus contactos eróticos por Skype,

                        cara a cara,

                        con la garantía de no culminar acto alguno

                        en un coito interruptus, a no ser que

                        súbitamente ocurra

                                            un inesperado apagón.

 

     En esta sección también podemos apreciar poemas que alaban y recuerdan a aquellos que trataron de llegar a nuestras orillas con el valor y el firme propósito de encontrar la añorada libertad, como el poema “Tres, eran tres”, dedicado a todos los cubanos que han cruzado por décadas el Estrecho de la Florida.

     La tercera parte del poemario incluye diez poemas que, entre dedicaciones y frases célebres de distinguidos poetas y literatos, aluden a la ciudad y a los mensajes emotivos que esta nos transmite. Desde el regocijo inmenso de la autora al sentirse parte de dos tierras usando el término de “cubanoamericano” hasta el disfrute de poder gozar de barriadas que integran la ciudad con un toque de glamour bohemio como Coconut Grove, de ciudades aledañas con un toque futurístico como Miami Beach y de un placentero desayuno en un restaurante como el Versailles en plena Calle Ocho de nuestro folclórico Southwest.

     Vale destacar que para cualquier persona que viva en esta hermosa ciudad, e incluso para aquel que tenga en sus planes o metas el propósito de visitarnos, la lectura de este poemario ayudará a adquirir un sentimiento de respeto, de conciencia, de adquisición didáctica y permitirá también saborear el gusto de una joven ciudad que en poco tiempo se ha convertido en metrópoli desde una perspectiva esencialmente positiva.

 


 

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