"NUNUK, EL INSECTO AMISTOSO", UN SENCILLO Y VERDADERO CUENTO DE NIÑOS

 

por

 

Manuel C. Díaz

Sección de Artes y Letras

EL NUEVO HERALD

(diario digital e impreso)

 

 

Sobre la literatura infantil se ha escrito mucho. Existen numerosos ensayos que abordan no solo sus orígenes (fechas, autores) y valores (educacionales, literarios), sino también sus verdaderas (a veces, ocultas) intenciones. Nada malo en ello. Esa es la función de académicos y especialistas. Sin embargo, los niños no necesitan saber si fue Charles Perrault quién inició la literatura infantil con sus Cuentos de Mamá Oca, o los Hermanos Grimm con sus Cuentos de la infancia y el hogar. O si sus intenciones no tomaban en consideración lo verdaderamente importante para ellos.

      Al menos, yo no necesité saberlo cuando leí, Hombrecitos, de Louisa May Alcott. Ni tampoco cuando, en sucesión, devoré Corazón, de Edmundo de Amicis, El principito, de Antoine de Saint-Exupéry, Robinson Crusoe, de Daniel Defoe y Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Ni siquiera me pasó por la mente que alguna de aquellas historias tuviese, como se afirma ahora, trastienda ideológica.

      Todo lo que un niño necesita es ser iniciado en la lectura. Lo demás, como descubrir las diferencias entre el bien y el mal y la importancia del amor a los padres, a sus semejantes y a la naturaleza, viene por añadidura. Es decir, leyendo un sencillo y verdadero cuento infantil. Una prueba de ello es, Nunuk, el insecto amistoso (Katakana Editores, 2022), de Maricel Mayor Marsán, que acaba de ser publicado en una primorosa y bella edición bilingüe con ilustraciones de Carlos Quevedo y en el que los niños logran, entre el entretenimiento y la educación, enriquecer su cultura, estimular su imaginación y, lo más importante, desarrollar su sentido de pertenencia social.

      ‟Erase una vez” fue, durante mucho tiempo, el comienzo más usado en los libros infantiles. Sin embargo, ya no se utiliza. Ahora, los autores emplean las mismas técnicas de la ficción moderna: esas que le permiten atrapar al lector desde el primer párrafo. Y Nunuk, no es la excepción: ‟En medio del verano, había una familia de insectos voladores que estaban viajando juntos cuando una tormenta los atrapó por sorpresa y el viento los separó”. Desde luego, los niños quedan intrigados y quieren seguir leyendo para saber qué les pasó a los miembros de la familia de insectos. Lo que sigue es un hermoso texto en el que Maricel Mayor , a través de una prosa sencilla pero no exenta de valores literarios, hace que Cecilia, una niña “temerosa de lo desconocido” recobre,, con la ayuda de su padre y de Nunuk, su confianza en sí misma.

     Al igual que el comienzo, el final de este breve pero hermoso relato, no es tampoco de los más usados. Ni “colorín colorado este cuento se ha acabado”, ni “se acabó el cuento y se lo llevó el viento”. La autora prefirió concluir, sin decir que se trataba de una moraleja, resaltando la valiosa lección aprendida por Cecilia: “Nunca jamás Cecilia volvió a pensar que Nunuk era un insecto feo y repulsivo. Por el contrario, Cecilia descubrió que los amigos deben ser siempre vistos por sus corazones y acciones, y no por su apariencia”.

      Nunuk, el insecto amistoso, es el primero de una serie de cinco libros infantiles que serán publicados próximamente y en los cuales se relatarán nuevas aventuras de Nunuk. En sus futuras tramas, estoy seguro, los niños encontrarán valiosas enseñanzas. Y es que, después de todo, los libros infantiles no solo sirven para entretener, sino también para educar.

      Maricel Mayor Marsán es poeta, narradora, profesora y directora de redacción de la Revista Literaria Baquiana. Es también miembro de número de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Ha publicado ocho libros de poesía y dos de teatro breve. Participó en la redacción de la Enciclopedia del Español en los Estados Unidos y ha publicado varios ensayos. Nunuk, el insecto amistoso, es su primer libro de cuentos infantiles.

 

 


 

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