HAZ DE INCITACIONES: POETAS Y

ARTISTAS CUBANOS HABLAN

 

por

 

Luis de la Paz

Crítico Literario

(La Revista del Diario Las Américas)

 

     Haz de incitaciones: poetas y artistas cubanos hablan (Ediciones Baquiana, 2003), volumen compilado por Jesús J. Barquet y Maricel Mayor Marsán, resulta un libro singular, interesante y lúcido. En él se agrupan los testimonios de cinco poetas y dos artistas plásticos que, a través de una suerte de conversación con su yo interior, han intentado esclarecer su relación personal con el arte, o más bien poner en contexto la influencia del entorno en relación con su actividad creativa. Ahí radica lo atrayente de este sugestivo libro.

     La idea de acoger las impresiones de un grupo de artistas sobre “los estímulos, impresiones o incitaciones que habían recibido de las otras artes en la disciplina artística que practican”, fue concebida como un proyecto para ser presentado durante el Segundo Encuentro sobre Creación y Exilio celebrado en Cádiz, España. Creo que el resultado alcanzado fue un paso más allá del propósito académico y del congreso, para dejar una huella sociológica. Sin duda alguna para un artista es más complicado explicar las razones de su creación, que escribir un poema o pintar un cuadro.

     El libro abre con Frente a una imagen que danza en la pantalla: cine y poesía, de Jesús J. Barquet, quien establece el primer vínculo. El poeta apunta: “...son el cine, la canción, la pintura y el baile las cuatro manifestaciones artísticas que, por distintas vías, me han llevado a concebir las virtudes de la poesía... ”

     El siguiente texto, Los cuerpos de la nación: una mirada reflexiva a mi trabajo, es del pintor Yovani Bauta. Este artista plástico expuso en Miami una serie donde primaban las columnas como eje conductor de la muestra. En su texto nos revela la huella que dejó en él la lectura de La ciudad de las columnas, de Alejo Carpentier. Tres décadas después de aquella lectura de adolescente, lejos de su Matanzas natal y de su Habana de estudios, descubre la huella que el libro de Carpentier ha depositado en él, en su obra actual.

      Resultan de interés el testimonio propuesto por María Elena Blanco, quien habla de la relación “libidinosa que desde la infancia ha, mantenido con la pintura, el cine y la fotografía”. Carlota Caulfield, presenta su ensayo Mi loco amor por la pintura: alquimia, encuentros casuales y poesía, partiendo desde su pasión por los alquimistas.

     La otra coautora del libro, Maricel Mayor Marsán, vincula su encuentro con la literatura principalmente a través del ballet. “Para mí, ellas (ballet, teatro, poesía) conforman un pas de trois en el cual el ballet es la sensación en movimiento, el teatro, la expresión de las coordenadas de nuestras vivencias y la poesía, la voz de los sentimientos”.

     La pintora camagüeyana Gladys Triana expresa en La sorpresa de la palabra y la línea lo siguiente: “Me interesó más el empleo de la imagen como sustituta de la palabra, el símbolo gráfico como elemento de pensamiento tenía una fuerza mágica y esas formas desplazaban el inicio del idioma. Tal vez porque el pensar en imágenes es muy anterior al pensar en palabras”.

     El libro cierra con La escritura imantada, de Pío E. Serrano. El poeta establecido en Madrid, habla como casi todos los otros autores, del cine y de las lecturas como catalizador de su obra.  Serrano agrega el elemento de los viajes. “La revelación de nuevos escenarios favorecida por los viajes es uno de los procedimientos que con mayor frecuencia imantan mi escritura. Para un hombre de gabinete como yo, hecho de lecturas, de paisajes, y personas nacidas de la letra impresa, todo desplazamiento está siempre marcado por la letra y su memoria”.

     Haz de incitaciones, es un volumen que conecta al autor con su arte, abriendo una ventana que permite descubrir el mundo interior de los artistas escogidos para el libro. 

 


 

 

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