GRAVITACIONES TEATRALES,

DE MARICEL MAYOR MARSÁN

 

por

 

Gabriela Bucci

 (Sociedad Argentina de Escritores - SADE)

 

   

     Con verdadero placer leí las páginas del libro Gravitaciones Teatrales (Ediciones Baquiana, 2002) de Maricel Mayor Marsán y me reconforté con la riqueza de los personajes, su perfilado, la escritura comprometida de quien tiene el buen decir.

 

     En los seis textos de teatro breve que integran el tomo, he notado que en la obra hay una intencionalidad movilizadora de conciencias, alegorías ingeniosamente planteadas, una mirada atenta al entorno inmediato y una inquietud por la problemática familiar.

 

     En la primera obra del libro, “Análisis de Madurez”, es notable cómo la escritora ha trabajado el personaje, cómo éste va evolucionando ante los ojos del lector, desde la actitud inocente y confiada hacia el extremo del cinismo,  el descreimiento, la ira y el desconcierto. Destaco el buen tratado del perfil psicológico de los protagonistas, y los recursos utilizados en la presentación como hábiles introductores para el espectador.

 

     En la pieza “El plan de las aguas”, me impactó la originalidad en el planteamiento de la situación, el acertado uso de los cuatro elementos naturales como personajes, la preocupación subyacente por el medio ambiente, la visión comprometida ante las dificultades por las que atraviesa nuestro planeta, la clara intencionalidad crítica hacia quienes tienen en sus manos la solución y la denuncia de las miserias humanas. La obra tiene un impactante final apocalíptico.

 

     En otra de las obras, “La roca”, con un acertado epígrafe de la Antígona de Sófocles, la autora sigue buceando en situaciones límites que enfrentan los personajes; poniendo de relieve la insensatez humana con un sentido marcadamente social y tomando la alegoría como recurso literario.

 

     En el monólogo “Las muchachas decentes no viven solas”, la autora destaca los conflictos humanos; hay en el texto una denuncia motivada por una situación vivida con motivo del exilio cubano. En este texto son varios los climas por los que puede ir atravesando el lector. La autora, con acierto, nos lleva a analizar los riesgos de la soledad, de una escala de valores desvirtuada, de la hipocresía social y rescata la importancia de tener metas claras a cumplir.

 

     No le es ajena, a Maricel Mayor Marsán, el tratamiento de la conflictiva humanidad en las diversas relaciones entre madre e hija en la obra “Lazos que atan y desatan las almas”, así como el gran dilema de la soledad cuando ocurre la destrucción de la unidad familiar, el agobio de vivir en estado de incertidumbre, miedo, amargura y la irremediable caída en situaciones rutinarias que aparecen en el monólogo “Testimonio de mis días”.

 

     Es este un libro en el que la dualidad felicidad-agonía convive en un paralelismo que no decae, como tampoco el manejo acertado de la relación témporo-espacial.

 

     El uso de la intertextualidad es también otro punto elogiable de este libro maravilloso y prueba de ello son los epígrafes plenamente justificados en cada uno de los textos que preceden.

 

     Gravitaciones Teatrales es un libro de una gran vigencia y que recomiendo, en especial para los amantes del teatro en formato breve, porque habla de la madurez de su autora como escritora y del compromiso de una mujer que deja, tácitamente expresado, el testimonio de la época que le ha tocado vivir.

  

    

 

      


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